Idaira
(Carta al director publicada en EL DÍA)
El escándalo se produce con una denuncia ante la Asociación de Usuarios de la Comunicación por el pésimo servicio que denunciaron los seguidores de la cantante tinerfeña. El foco de atención que generan las galas es algo que aprovecha la cadena para obtener réditos en audiencia y publicidad. Sin embargo, no parece que esa preocupación por incrementar las tasas de audiencia se haya visto reflejada en una previsión del incremento de llamadas o mensajes que genera el programa al estar cada vez más cerca de la final de un concurso de éxito.
El notario podrá dar fe del protocolo para facilitar el resultado de la votación, ofrecido por un ordenador cuyo trabajo es contar. La pregunta que me hago es si ese ordenador contó todos los votos. Parece ser que no, OT pide devolver los SMS sin voto. Es decir, aquellos que no se procesaron a tiempo llegaron con una respuesta negativa. ¿Afectaron por igual a Víctor o a Idaira? Según el resultado final de las votaciones, creo que es evidente que no. Afectó en mayor medida a quién recibió más votos que, en mi opinión, fue Idaira. Quizás el problema fue que no tenemos comunicaciones tan buenas con la península como pensamos. Quizás el problema fue otro más gris.
Después de estas reflexiones cabría pensar en por qué no se contaron esos votos fallidos a posteriori. ¿Es el espectáculo del momento instantáneo, el aquí y ahora, lo que prima, o es el resultado justo? Esta pregunta se puede hacer en otros ámbitos más importantes de la vida que están a punto de llegar como el voto electrónico, la encuestación continua o la participación por vías telemáticas, cada vez más frecuente en esta sociedad tecnológicamente conectada.
La democracia tecnológica tiene las virtudes de aunar esfuerzos y voluntades, aunque también posee el gran peligro de convertirse en un castillo de nubes de una dulcería. Por dentro son de cartón.