viernes, agosto 26, 2005

Match.com

Ayer vi por primera vez a alguien utilizar Match.com (o similar), un sitio web "acelerador" de relaciones. Una persona como otra cualquiera que por lo que pude apreciar, tiene claro lo que quiere. Una situación insólita para mí, aunque trabaje en estas cosas. Me recordó a una vez esperando por una guagua, hace años, cuando veo a una pareja despidiéndose: "¿Nos vemos esta tarde en el Messenger?". Me recordó que el tipo de cosas que hago es algo real, no virtual, que hay gente detrás, no sólo por que lo digan los datos.

Fue muy interesante ver como una persona, con un perfil no técnico, utiliza este sitio. En este caso fue un auténtico search and click. No servirá a los arquitectos del sitio, por lo que no me importa relatarlo:
  • Densidad de resultados por pantalla enorme aunque cómoda: caras, caras y más caras con un par de detalles por persona.
  • El tiempo de estancia en el sitio fue alto.
  • Facilidad de uso, aunque desconozco si conocía el sitio de antes.
  • ...
Más allá de estos datos me quedo con que vivo en una zona metropolitana de tres o cuatro municipios de menos de medio millón de personas. ¿Tan duro hemos hecho encontrar a alguien con compartir momentos? ¿Realmente un nick edad y poco más permite iniciar la búsqueda de alguien que nos pueda gustar (como amigo o pareja)? ¿Deberíamos de preocuparnos por ello o felicitarnos por disponer de herramientas que "faciliten" el camino?

Estos sitios utilizan la necesidad que tenemos como seres sociales, que necesitan de compañía. Son esperanzas y, por qué no, sueños de una vida mejor. Son instrumentos que tienen éxito por una realidad que quizás es la que tenemos que cambiar.

PD: La realidad es tozuda, no la evites. Al final, se manifiesta.